sábado, 14 de mayo de 2011

¡Vivamos la vida!
















Todos tenemos la costumbre de complicar las cosas, muchas veces nos hundimos en el deseo de sufrir sin causa, o buscar causa para el sufrimiento. Que bueno serìa que veamos el otro lado de la moneda, ¡siempre buscar la causa para ser felices! despertar y ver el sol brillando en la ventana, y si está nublado disfrutar de los dibujos que se van recreando en el cielo. Mirar para adelante con una simple causa para sonreír: ¡la vida!.

Disfrutemos de las buenas experiencias, y si nos toca una mala racha, siempre va a haber una salida. Saquemos algo bueno a la situación, aunque sea el sentimiento de equivocación, rectificación para continuar con mayor sabiduría. Dejemos de depender de tantas cosas sin sentido y veamos lo simple, que puedo asegurar su gran complejidad. En momentos difìciles tomarnos un rato para reír de nuestras desgracias, encontrarle un motivo de risa para cada lágrima. Así podemos continuar, dar vuelta la página y seguir escribiendo nuestra historia lo más que podamos, sabiendo que nos queda la tinta para expresarnos, y cuando se acabe ¿Quién sabe si no podremos obtener más tinta?, pero seguramente sea otro su color.

Que ninguna mirada intimide tus ganas de vivir, si al fin y al cabo se asignó un alma por cuerpo, un mundo por persona y un sentido por etapa. Tengamos en cuenta que el cuerpo habla por si solo y nos pide sus propios deseos, desgraciadamente en la mayoría de los casos se ignora aquel sentimiento, pero al fin y al cabo, cualquier caso nos lleva a la misma conclusión: Es bueno identificar los buenos consejos del exterior, pero lo más importante es escucharse a uno mismo, buscar en nuestro interior. ¡Allí estará la mejor respuesta que podamos encontrar!.

Nunca olvidemos que como humanos tenemos que aprender a caminar, y ese es un proceso natural, por más que se escuchen los gritos a nuestros alrededores, ordenando cada paso para lograr la uniformidad, en algunos momentos es bueno taparnos los oídos y avanzar a nuestra manera. Hay algo más importante que saber "vivir bien" (eso se aprende, y cada uno lo hará de una forma diferente), lo que más vale es saber que podemos vivir. Así que basta de tantas vueltas, dejemos aunque sea un minuto de mirar para bajo y empezemos a mirar para arriba. ¡Vivamos la vida!.